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Las nuevas tecnologías siempre representan una vulnerabilidad de la infraestructura; solo por citar un ejemplo, en 2021, los sistemas de Kaspersky detectaron 380.000 nuevos archivos maliciosos cada día, lo que representa un incremento de 5,7% respecto al año anterior. Crecic potenciando su portafolio no sólo quiere entregar soluciones y tecnología, también busca proteger el uso óptimo de sus sistemas computacionales, así como la protección y confidencialidad de datos personales de sus clientes. Frente a esta realidad, Crecic ha realizado una alianza con la conocida empresa de ciberseguridad Arkavia, quienes están dedicados exclusivamente a este importante tema hace más de 12 años en Chile.

Arkavia Networks SPA, es una empresa chilena experta en Ciberseguridad, con 12 años de desarrollo y  crecimiento, ampliamente reconocida por diversos fabricantes y en el mercado local. Hoy cuenta con cerca de 80 profesionales, la mayoría de los cuales están dedicados a la investigación, diseño, implementación, soporte, mantenimiento, análisis, consultoría y monitoreo avanzado en ciberseguridad.

“La concreción de esta alianza permitirá a Crecic,  próxima a cumplir 48 años en el mercado, entregar a sus clientes asesorías y servicios asociados a la ciberseguridad”. Señala Leonardo Vidal , Gerente Comercial de Crecic S.A.

Para ello,  se han realizado diversas acciones de parte de ambas empresas para afinar el trabajo conjunto. Ya se han efectuado varias capacitaciones a la fuerza de ventas y especialistas de la empresa de origen penquista.

“Nuestra fuerza de ventas se ha estado capacitando y actualizando en estos temas de modo tal que nos permita ofrecer una real asesoría a nuestros clientes”, señala Leonardo Vidal.

Crecic podrá diagnosticar en esta materia e inclusive realizar simulaciones de ataques informáticos – Ethical Hacking – tal como lo realizan numerosos hackers que a diario ejecutan sus indeseables acciones provocando no sólo estafas y engaños, sino también el deterioro de la imagen corporativa de diferentes instituciones.

La segunda fase de esta alianza implica capacitaciones   a los usuarios para abordar el factor de ciberseguridad más impredecible: las personas. Si se incumplen las buenas prácticas de seguridad, cualquier persona puede introducir accidentalmente un virus en un sistema que de otro modo sería seguro. “Enseñarles a los clientes a eliminar los archivos adjuntos de correos electrónicos sospechosos, a no conectar unidades USB no identificadas y otras lecciones importantes es fundamental para la seguridad de cualquier organización”, señala Vidal.

La seguridad de red es la práctica de proteger una red informática de los intrusos, ya sean atacantes dirigidos o malware oportunista.

La seguridad de las aplicaciones se enfoca en mantener el software y los dispositivos libres de amenazas. La seguridad de la información protege la integridad y la privacidad de los datos, tanto en el almacenamiento como en el tránsito.

La seguridad operativa incluye los procesos y decisiones para manejar y proteger los recursos de datos. Los permisos que tienen los usuarios para acceder a una red y los procedimientos que determinan cómo y dónde pueden almacenarse o compartirse los datos se incluyen en esta categoría.

La recuperación ante desastres y la continuidad del negocio definen la forma en que una organización responde a un incidente de ciberseguridad o a cualquier otro evento que cause que se detengan sus operaciones o se pierdan datos. Las políticas de recuperación ante desastres dictan la forma en que la organización restaura sus operaciones e información para volver a la misma capacidad operativa que antes del evento. La continuidad del negocio es el plan al que recurre la organización cuando intenta operar sin determinados recursos.